Una vez más la mística de las noches carnestolendas invadió Villa Angela. Por segunda noche consecutiva la multitud que se congregó en el corsódromo local pudo disfrutar del paso de nueve comparsas, cinco mayores y cuatro menores, a la que se sumó lo que fue revelación y sorpresa, una agrupación constituida por integrantes de PAMI, quienes en muchos casos a pesar de la edad le sobraron fuerzas para bailar, reír y cantar.